Ubicada en el lado oeste del Sector Urbano de Machu Picchu, la piedra de Intihuatana (también deletreado Intiwatana) es una roca bellamente tallada que los incas pueden haber utilizado con fines astronómicos, así como ceremonias espirituales y religiosas. En quechua, la palabra Intihuatana se traduce como "enganche al poste del sol", pero se desconoce dónde se origina el origen del término.
Sentado en la parte superior de una gran pirámide escalonada, el Intihuatana Rock, tallado en piedra de una sólida pieza de granito, se encuentra cerca de la Plaza Real y es una característica icónica de Machu Picchu. Parte de la base de la roca Intihuatana se forma con un receso escalonado que se habría utilizado como un altar para ofrendas y sacrificios. En el lado opuesto al altar hay una pestaña misteriosa que sobresale hacia el norte magnético. La parte superior de la roca está tallada en un cuadrado con cada una de sus esquinas marcando los 4 puntos cardinales: norte, este, sur y oeste. El lado plano de la plaza de norte a este marca el solsticio de invierno (21 de junio) y el lado de este a sur marca el solsticio de verano (22 de diciembre). Al amanecer durante el solsticio de invierno, la luz del sol se proyecta a través del Intihuatana para producir un triángulo de luz que ilumina 2 extraños círculos concéntricos en el piso.
Nadie sabe con certeza para qué se usó la piedra de Intihuatana, algunos historiadores creen que se usó como esfera solar, mientras que otros teorizaron su uso como un observatorio astronómico. Otra teoría era que la piedra era una roca llena de energía; un punto focal de la energía positiva en Machu Picchu y de las corrientes de energía circundantes que fluyen hacia la roca. En el pasado, los visitantes de Machu Picchu colocaban sus manos sobre la piedra para absorber la energía positiva de la piedra, pero hoy en día la piedra está separada de los visitantes con un guardia de seguridad permanente que la vigila.