El guía de Hiram Bingham que lo llevó a conocer Machu Picchu era un niño pequeño cuyo nombre era Pablo Riccharte. A pesar de su corta edad, el menor supo llegar a la ciudad perdida de los Incas, por lo que es considerado un personaje clave en la historia.
Muchos años antes Machu Picchu es elegida como una de las siete maravillas del mundo moderno y recibe anualmente a miles de turistas peruanos y extranjeros para tomarse una foto, un niño solía jugar entre las ruinas de la ciudad perdida de los Incas. Su nombre era Pablo Riccharte, o simplemente Pablito. Gracias a él, Hiram Bingham, el famoso explorador estadounidense, pudo ver la ciudadela que se construyó en el siglo XV.
Pablito Riccharte era el niño que vivía cerca de la ciudadela inca y guió a Hiram Bingham por el camino correcto para llegar a Machu Picchu.
Aunque hoy en día es quizás el principal destino turístico del Perú, hubo un tiempo en que Machu Picchu era solo un espacio deshabitado que en ocasiones era visitado por los habitantes que vivían en sus alrededores, como Pablito. Hijo de campesinos, el pequeño conocía como la palma de su mano el camino que conducía a la famosa obra maestra de la arquitectura mundial.
Aunque Hiram Bingham no fue el primer hombre en descubrir Machu Picchu, fue una figura clave para dar a conocer al mundo la importancia histórica y arquitectónica de este lugar.
Antes de su llegada, la población local sabía de la existencia de la ciudadela. Por eso se considera que el verdadero \'descubridor\' es el agricultor Agustín Lizárraga, quien visitó la zona por primera vez nueve años antes que el explorador americano.
El célebre aventurero llegó al Perú en 1909 procedente de un congreso académico en Chile para encontrarse con el libertador Simón Bolívar. Durante su estancia en territorio peruano, recibió una invitación para investigar los restos arqueológicos de Choquequirao en la provincia de La Convención, en Cusco.
Hiram Bingham difundió internacionalmente la belleza arquitectónica de la ciudad de Machu Picchu
Esta experiencia lo motivó a conocer más sobre los restos de la arquitectura inca. Así, en 1911 emprendió una expedición para tratar de descubrir Vitcos, que había sido ocupada en ese momento por los incas de Vilcabamba.
Durante su expedición descubrió una gran cantidad de información sobre las poblaciones locales de la zona. Durante este tiempo consultó con diferentes arqueólogos y pobladores locales para que le brindaran algunas pistas sobre restos arqueológicos que se encontraban en la región. Uno de los campesinos a los que acudió se llamaba Melchor Arteaga. Esto llevó al explorador estadounidense a la zona montañosa de Huayna Picchu.
Fue así que llegó al pueblo que vivía en las faldas de la citada montaña. Dos familias vivían en este lugar: los Álvarez y los Riccharte. Estos últimos eran una pareja de campesinos que tenían un hijo, cuyo nombre era Pablo Riccharte.
Bingham se puso en contacto con los Riccharte. El granjero decide llamar a su hijo y le dice que guíe al americano al lugar donde suele \'jugar\'. “Porque esa (la ciudad de Machu Picchu) era la casa de Pablito. Jugaba con los animales, con las plantas, andaba, jugaba al escondite con sus amigos también (en la ciudadela inca)”, el fallecido periodista Carlos Sánchez Luna-Victoria, especializado en la historia de los incas. ciudadela.
Pablito Richarte junto al sargento Carrasco, quien acompañó a la menor y a Hiram Bingham en la expedición a Machu Picchu
Sánchez también se dio cuenta de que "Pablito" era el personaje indicado para guiar a Bingham, ya que el niño conocía el camino correcto a Machu Picchu. “El mismo Bingham dice en su blog que si no hubiera sido por el niño, no hubiera podido llegar (a la ciudad inca)”, agregó.
El niño de 8 años pasó a la historia cuando se convirtió en el guía del explorador Hiram Bingham. En la expedición también participó el sargento Carrasco. Así llegaron a Machu Picchu el 24 de julio de 1911.
Al año siguiente, Bingham regresó a la ciudadela inca gracias al patrocinio que obtuvo de la Universidad de Yale y la National Geographic Society para limpiar el lugar junto a los habitantes de la zona. De esta forma, contribuyó a un estudio inicial del espacio que luego se convirtió en uno de los atractivos turísticos más importantes del Perú.
Diversas investigaciones dan cuenta de que el empresario alemán Augusto Berns ubicó la ciudad perdida de los incas en 1867. No solo eso, los estudios indican que exploró el territorio durante varios años. Posteriormente, salió del Perú en el contexto de la Guerra del Pacífico, pero luego regresó a territorio peruano para buscar y explotar los tesoros ubicados en Machu Picchu.
Augusto Berns es considerado el empresario alemán que saqueó Machu Picchu